¿Pero quién era Tomás de Kempis (1380-1471), el desconocido autor de uno de los libros más populares? Hay que decir que Kempis se refiere al lugar donde nació, un pequeño poblado alemán muy cercano a la frontera con Holanda. Antes de que se le ocurriera ser monje, aprendió el oficio de copista, pues hay que recordar que tenía 60 años de edad cuando
Gutenberg inventó la imprenta. Los copistas se encargaban de hacer copias de libros religiosos para los conventos, así que tenían que hacerlo con una caligrafía muy sofisticada. Era tal el cariño que tenía Kempis por la literatura sagrada que mientras trabajó en su taller, copió él solito cuatro veces la Biblia. Muchos de los libros que hacía iban a dar al convento donde vivían los miembros de la orden de los Hermanos de la Vida Común. Conforme fue teniendo más relación con ellos, fue creciendo su deseo de convertirse en monje.
Frente a la iglesia medieval, que era severa, disciplinada y quizá poco sensible a la vida de las personas, Kempis
se dio cuenta de que la religión tenía que ser algo cercano. Así que comenzó a interesarse por la vida de los fieles, quienes lo consideraban su "director espiritual". Además, empezó a tener fama por sus consejos, ya que era comprensivo, amoroso, pero, sobre todo, mostraba mucha sensibilidad con todas las personas que platicaba. Entre lo más importante que aconsejaba estaban la humildad y la pobreza. "¿Para qué sirven las riquezas?", se preguntaba, "¿si todo se acaba, si todo se marchita? Debemos penetrar las cosas con nuestra inteligencia y llegar a conocer lo invisible".
Aunque llegó a vivir 90 años, su libro no se hizo público mientras vivía. Se dice que existe un manuscrito firmado por él, que data de 1441. Pero fue un año después de su muerte que se hizo la primera edición, en 1472, es decir, 20 años antes de que se descubriera América. Uno de los grandes méritos de su libro, además de sus frases llenas de poesía, es que fue uno de los primeros autores dedicados a conocer la vida interior.
Su primer consejo: "Hay que comenzar por uno mismo". Kempis es
el defensor de la sinceridad, de la humildad y de la pobreza. Como todo se acaba y todo pasa, hay que seguir los pasos de la religión. Ni de chiste se imaginaba que su libro se convertiría en uno de los más leídos del mundo. Nos preguntamos: ¿qué habría hecho con sus regalías este adorador de la pobreza?
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