Mas allá de una mezcalería con cocina de autor, Tata es un espacio que ofrece confort para el espíritu. Tras haber pasado 9 años fuera de México viajando por distintos países, Fermín Ambás regresó hace poco a la tierra que lo vio nacer para abrir junto a un grupo de amigos, un restaurante con una propuesta distinta. Un espacio que tiende al consumo de lo michoacano, el comercio justo y la reactivación de la economía local al preferir los productos de estos proveedores, aportando un toque novedoso y una interpretación única. La decoración del lugar, así como las sillas y la vajilla fueron hechas en la región.
La cocina posee una gran oferta entre la que destacan platillos como el magret de pato con puré de ate de membrillo y calabaza, con un crocante de aceituna y cilantro; ancas de rana ahumadas en salsa de cacahuate con guajillo, o las corundas que resaltan por su salsa de naranja y chile morita con queso de rancho, un platillo tradicional michoacano con el toque especial de Fermín.
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