CIUDAD DE MÉXICO, 31 de enero.- La búsqueda de combustibles limpios
ha llevado a las armadoras a volver los ojos al hidrógeno, cuyo uso, si
bien no es nuevo, no se ha generalizado por su alto costo, así como a la
gasolina creada a partir de azúcar.
En 2015 Toyota comenzará a crear una red de estaciones de hidrógeno
que sirvan para recargar las celdas de combustible de su modelo Camry.El hidrógeno provoca mayor rendimiento de la energía en un auto que el diesel, pero para que sea inyectado en las celdas es necesaria su pureza en 99 por ciento, lo cual es complicado", dijo a Excélsior Ilse Cervantes, ingeniera del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica.
Ese instituto junto con el Tec de Monterrey en Toluca, el Instituto
de Investigaciones Eléctricas, el Centro Nacional de Investigación y
Desarrollo Tecnológico y la Universidad Autónoma de San Luis Potosí han
comenzado a desarrollar la tecnología para crear uno de estos vehículos.
Detrás de la H
“Los vehículos con celdas de combustible son ideales para alcanzar la
movilidad sustentable”, asegura Toyota. Si bien es cierto que este
tipo de celdas, que son las que reciben al hidrógeno, tienen ventajas,
como generar energía en movimiento y no hacer ruido dentro del vehículo,
el proceso no está del todo libre de contaminación.
Dos tipos de autos pueden trabajar con las celdas de combustible: los
mecánicos y también los eléctricos. Sin embargo, “extraer el hidrógeno
no es sencillo y sí se contamina en ese proceso”, dijo a Excélsior Armando Blanco, investigador del Tecnológico de Monterrey.
Construir los tanques de hidrógeno que van adentro del coche es
costoso pues se requiere de materiales que lo atrapen, ya que por
naturaleza se esfuma fácilmente.
Los expertos coincidieron en que, aunque Toyota, Honda, Audi y BMW ya
trabajan en autos híbridos movidos con hidrógeno y electricidad,
todavía faltan al menos 10 años para que su uso se extienda.
Dulce combustible
Empujada por regulaciones estrictas contra la contaminación
ambiental, Audi firmó un acuerdo de colaboración con la empresa francesa
Global Bioenergies para hacer gasolina a partir de azúcar y de otras
fuentes renovables.
No se especificó la cantidad de fondos que la alemana dio a la
empresa, que utiliza la bacteria modificada E. coli para fermentar el
azúcar y así crear combustible sin la necesidad de hacerlo con
corrientes eléctricas, proceso que sí es necesaria para obtener
hidrógeno.
Actualmente la firma construye dos plantas piloto para producir
isobutano, que se convierte en gasolina a través de una reacción
química. El resultado de los experimentos podría producir más de 100 mil
litros de gasolina al año.
También desarrollan tecnología para no usar azúcar de caña o de maíz.
La firma también tiene un acuerdo con la Universidad Técnica de
Dresden para crear materiales más ligeros para la manufactura de los
autos, lo que a decir de Blanco mejorará las capacidades de los coches.
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