miércoles, 21 de agosto de 2013

De León Guanajuato a Apaseo el Alto (F: Alejandro Zenteno; Revista México desconosido)

guanajuato_a_paseo_alto / María de Lourdes Alonso
 
 
"La perla del Bajío", como llaman a León, es la primera ciudad importante que encontramos en el trayecto por Guanajuato, la más grande por su desarrollo industrial.
 
 
Aquí podemos visitar El Teatro Manuel Doblado, el Templo Expiatorio con su puerta de bronce labrada, la plaza central, con sus laureles perfectamente cuidados y el arco, erigido para conmemorar cada aniversario de la Independencia de México, como es tradición.
 
 
Después de León, hacemos un paréntesis hacia la capital del estado, para visitar San Francisco del Rincón, que además de sus balenarios con aguas termales cuenta con una pinacoteca con más de 100 obras de Hermenegildo Bustos.
 
 
De León la autopista nos lleva, 32 kilómetros adelante, a Silao, entronque con la carretera 110 que conduce a Guanajuato.
 
 
Guanajuato es una de las ciudades con más tradición histórica y arquitectónica del país. Sus construcciones más importantes son los templos de la Valenciana y de la Compañía de Jesús, el Teatro Juárez, la Alhóndiga de Granaditas, la Basílica Colegiata y los templos de San diego y de Cata. otros edificios que se han conocido con el tiempo son la Universidad de Guanajuato, el monumento al Pípila y el Jardín de la Unión. El Festival Internacional Cervantino es el evento cultural más importante del año.
 
 
De Guanajuato regresamos a Silao para proseguir a Irapuato. (Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende los cubriremos en otra ruta). Antes de llegar a Irapuato podemos seguir directamente por la autopista 45 hasta llegar a Querétaro, pero preferimos entrar a aquella ciudad para observar las pinturas de Cabrera en el Templo de San Francisco y proseguir después hacia Pénjamo, para contemplar la portada barroca de la iglesia de Los Remedios.
 
 
De regreso a Irapuato hay un tramo de autopista de 20 kilómetros que nos lleva directo a Salamanca. Cerca de aquí está La Pintada, un paraje de rocas con pinturas y petroglifos. Después proseguimos por la carretera 43 hasta Valle de Santiago donde también hay petroglifos y una zona de lagunas.
 
 
De Valle de Santiago viajamos por la carretera 17 hasta Cortazar y después a Celaya. Aquí, visitamos el convento de San Francisco, del siglo XVII, uno de los más grandes del país.
 
 
De Celaya podemos visitar Salvatierra, 37 km al sur por autopista, y después a Yuriria, 38 kilómetros al poniente. El lago de Yuriria, que se extiende frente al poblado, está rodeado de volcanes extintos.
 
 
De retorno a Celaya, antes de viajar a Querétaro, vale la pena detenerse en Apaseo el Alto donde hay una iglesia de estilo neoclásico y un centro artesanal con objetos de las culturas otomí, mazahua y otras.

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